LLAMADO A LA PAZ

 

becuadro

Los que tienen la costumbre de leer mis artículos sabrán que normalmente dejo la playlist de la semana al final, pero tengo un propósito con que esté al principio y es que esta semana quiero que mis palabras resuenen en tu mente como una de esas canciones que no te puedes sacar de la cabeza. Esta semana se celebró el día mundial de la paz.

Quiero tomar este espacio para compartirles mi punto de vista al respecto y hacer un llamado a todas aquellas personas que ven lo que sucede, de esos que conocen perfectamente el sonido del dolor y la miseria que sufre el mundo, sin dejar de escuchar la dulce tonada de la gente que quiere ser la diferencia; si eres de los que no lo escuchan, te invito a bajar el volumen de tus canciones sobre twerk y mansiones de lujo, asómate por tu ventana, deja que la música que te rodea fluya a tu alrededor.

Alguna vez a alguien se le ocurrió preguntarse cómo sería el mundo si no hubiera ninguna razón para matar o para morir en nombre de algo o alguien, él pensaba que el mundo tenía una oportunidad y se llamó a sí mismo un soñador y dijo que no era el único; soy la viva prueba de que tiene razón.

Vengo a preguntarles las razones por las que nos enfrentamos unos contra otros, los motivos de nuestro desprecio por el prójimo, que si el color de piel, que si su manera de hablar, que si su lugar de procedencia, que si tienes dinero suficiente o no.  Quiero y necesito saber donde está el amor. No entiendo cómo podemos permitir que nuestros amigos, padres e hijos se odien y maten entre ellos, nos hemos olvidado de mirar en los ojos a los que odiamos y nos odian, ellos sienten como nosotros, sufren como nosotros y piensan como nosotros, necesitamos más diálogo y más disposición.

Entiendo que la vida es difícil y a veces te forza a tomar caminos que nunca pensaste que serías capaz de seguir, traicionando aquella voz en tu cabeza que te susurraba acerca de valores e ideales. Es difícil salir del remolino que parece arrastrarte al fondo de tu propia vida y en esa desesperación por respirar, no te detienes a pensar en los que te rodean y tu principal y única preocupación es tu bienestar.

No culpo a nadie por el modo en el que eligen protegerse, estoy consciente de la inseguridad que te inunda, yo también he llegado a sentir que me pierdo entre la masa increíble de personas que vive en este mundo. Estamos dispuestos a sobresalir, a costa de todo y de todos.

¿Ya te preguntaste si vale la pena? ¿Pisotear a tu prójimo te hace mejor o más inteligente?…Y todo por dinero.

Respira y escucha lo que el mundo canta a gritos ahogados desde una garganta cansada de rogar por una oportunidad, esfuérzate por escuchar lo que dicen, no será sencillo, querrás cambiar la tonada y buscar algo que te sustraiga de la realidad, un boleto a la isla de pequeños problemas a la que estás acostumbrado. Es totalmente normal, pero necesitamos que más gente escuche al mundo, necesitamos unirnos a sus voces y hacer de esos lamentos una nota que exprese el cansancio y frustración que nos causa tanta desgracia, tanta muerte, tanta guerra.

Estamos cansados. A cada inhalación nuestros pulmones queman de tanta rabia y nuestros músculos se llenan de fortaleza, somos aquellos que están listos para resistir, somos los que defenderemos nuestro derecho a ser felices, nuestro derecho a levantar la bandera de la paz por encima de las fronteras y los gobiernos. Somos la fuerza apocalíptica de cambio que sacudirá la tierra hasta los cimientos y llevará al prójimo a una nueva era de paz sin precedentes, una era que nos permita sabernos a salvo de la guerra, el odio y toda su destrucción.

Sentimos como arde el espíritu de cambio desde nuestros huesos, es hora.

Este mundo es nuestro hogar, uno que estamos construyendo todos los días, somos arquitectos de nuestro destino, usemos nuestras fuerzas en conjunto, hagamos de este mundo un lugar mejor desde dentro; comienza en casa, con tu familia y amigos, poco a poco la estructura se hará más fuerte y no habrá quien pueda derribarla.

Despertaremos un día a la luz del amanecer de un mundo nuevo que nos salude con renovadas ganas de vivir.

Para cerrar, les diré que en nuestros corazones hay algo que nos entrelaza unos con otros, es esa unión de donde nace nuestra fuerza. Bailamos al ritmo de una verdad que no ha sido dicha, estamos despiertos y nuestros ojos se han maravillado ante nuestro potencial, uno que nos hace enormes e invencibles.

El odio no sabe el gigante que ha despertado en nosotros.

-Berenice Roa

Twitter: @beregrrr

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